En plena calle Ramírez - entre el ruido de los automóviles, el ajetreo del comercio y el desplazamiento apresurado de la mayoría de los transeúntes- un sonido sorprende por su carácter poco usual para el sector.
Se trata de la interpretación en violín de temas de compositores clásicos como Mozart y Chopin, que el joven de 16 años Eduardo Catalán realiza prácticamente a diario durante esta época del año. A sus 16 años, este estudiante de tercero medio del Colegio Emprender explicó por qué toca el violín en la calle: "lo hago porque me gusta y en mi casa no siempre hay personas que me escuchen. En cambio acá sí y de paso gano plata".
Su interés por la música surgió hace seis años cuando decidió ingresar a la orquesta del colegio y como él mismo cuenta, eligió el violín casi por descarte.
"Estaba en cuarto básico y quise participar porque se notaba que era entretenido. Elegí el violín porque se veía más cómodo y me . Ahora practico por lo menos tres horas diarias", detalló.
Junto con recibir la formación de los profesores de su establecimiento -donde la agrupación musical es una de las más destacadas de la zona y ha realizado presentaciones tanto en la ciudad como en otros puntos del país- Eduardo ha seguido aprendiendo por su cuenta.
Para ello no escatima recursos, pues ha encontrado un aliado en internet, a través de sitios como YouTube, que recopila muchas presentaciones y tutoriales sobre su instrumento.
"A veces también tocamos con un amigo y vamos inventando temas que nosotros mismos componemos. En otras ocasiones, hacemos algunos temas más conocidos, de artistas como Chinoy o The Beatles", explicó Eduardo.
En todo caso, la melodías que más le gusta interpretar son los clásicos de la música, precisamente aquellos que son sus preferidos para la interpretación en el sector céntrico.
Pero la calle no es el único escenario donde Eduardo Catalán presenta su arte. También ha hecho presentaciones en matrimonios y otros eventos. "Hago lo que salga, porque en realidad lo importante es pasarlo bien y tocar para que a la gente le guste", sostuvo.
Al iniciar su tercer año medio,
Eduardo escogió cursar la especialidad de Telecomunicaciones y espera terminar con éxito esa formación. Sin embargo, su sueño más anhelado es estudiar música.
Respecto a ese anhelo, profundizó en que "me gustaría ir a la universidad a estudiar música. Lo ideal sería Santiago, pero también puede ser en Valdivia. Mi familia me apoya y me va bien en el colegio, así que tengo que juntar plata y ver qué pasa".
El violín con el que Eduardo deleita a los peatones en Ramírez fue un regalo de Navidad que su padre le hizo hace dos años. "Un día normal puedo juntar como 7 mil pesos, pero hay días mejores donde gano más. Aunque siempre es relativo, porque hay gente que aprecia lo que hago y otros no", contó el joven músico.
"Voy donde salga algo, porque en realidad lo importante para mí es pasarlo bien y tocar para que a la gente le guste".
Eduardo Catalán
Violinista