La oposición venezolana declina invitación al diálogo
La alianza que representa a la mayoría de la oposición venezolana rechazó ayer asistir a la Conferencia Nacional de Paz convocada por el Gobierno para dialogar sobre la situación del país, al considerar que la invitación supone un "simulacro de diálogo" al que no puede prestarse.
"No nos prestamos para lo que derivará en un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas", dijo en un comunicado la Mesa de Unidad Democrática (MUD). La alianza defendió la necesidad de entablar un diálogo para encontrar una salida a la escalada de violencia que vive el país, pero señaló que las conversaciones no pueden abordarse con "liviandad e improvisación". "No es momento para oír discursos y ni siquiera para que aparezcamos en un torneo retórico, ante los ojos de un país que se debate entre la ira y la angustia", dijo.
Tras calificar la situación del país como "grave", la MUD pidió al Gobierno de Nicolás Maduro establecer un diálogo "sin trucos ni cartas escondidas". "Dialogar en términos convenidos previamente, con una agenda de asuntos relevantes al interés nacional, y con la participación de un tercero de buena fe, nacional o internacional, que facilite, garantice y, de ser necesario, medie, para que ese diálogo sea fructífero", sostiene el comunicado.
El Presidente Maduro convocó para ayer a lo que denominó una Conferencia Nacional de Paz con el fin de que todos los sectores se reconozcan como venezolanos y para decir que quieren paz. El líder opositor Henrique Capriles manifestó ayer que aunque está a favor de la paz, la oposición no hará parte de una "comparsa".
Mientras tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) dejó ayer sin efecto la convocatoria para que el Consejo Permanente celebrara hoy una sesión extraordinaria para analizar la crisis, debido a objeciones que Venezuela presentó en base al reglamento del organismo hemisférico.
Venezuela vive una crisis desde el 12 de febrero cuando una manifestación pacífica en Caracas derivó en actos de violencia contra edificios públicos y murieron tres jóvenes tiroteados. Según cifras oficiales, en las protestas han muerto 13 personas, pero la prensa habla de 15 fallecidos.