"La coordinación es vital entre todas las instituciones vinculadas al combate del delito".
Existe un claro consenso respecto de la vital relevancia que la coordinación entre todas las instituciones vinculadas al combate del delito tiene para el éxito de la misma. Sólo así puede construirse realmente una forma de hacer eficiente la acción del Estado en la materia. Pero la coordinación, a mi juicio, no es suficiente y existe al menos un segundo aspecto tan necesario como el anterior pero mucho menos explorado. Me refiero a la confluencia de objetivos entre las diferentes instituciones relacionadas con el delito.
La sintonía de objetivos comunes e incluso de estándares de calidad, debe plantearse siempre en la línea del respeto de la naturaleza y campo de acción propios de cada Institución y función pública. No se trata en caso alguno de intromisiones en los espacios reservados para cada institución, menos de aquéllas que, como la Fiscalía, están y deben seguir estando amparadas por la autonomía e independencia, como principios que garantizan el estado de derecho y los derechos de las personas.
Desde el inicio del sistema de justicia penal acusatorio la Fiscalía ha asumido la responsabilidad de la investigación penal que, en la práctica, realizan otros organismos públicos, principalmente Carabineros y la Policía de Investigaciones, instituciones que orgánicamente no dependen del Ministerio Público y tienen sus propias metas y objetivos institucionales. Así, para la Fiscalía y el sistema de justicia penal, la detención o incautación de evidencia no son resultados en sí mismos y sólo tienen valor en la medida que contribuyan a sostener una acusación y eventualmente una sentencia condenatoria.
Por otro lado, estos últimos aspectos, centrales en la labor de la Fiscalía, no son considerados como objetivos policiales, a pesar del decisivo rol que todos los días un policía como testigo o perito tiene en el resultado favorable o desfavorable de un caso, contribuyendo así al esfuerzo de restablecer la paz social quebrantada por el delito investigado.
Claramente no hay una confluencia de objetivos mientras unos hablen del caso policialmente resuelto y otros del caso judicialmente resuelto.
En definitiva, para dar respuesta adecuada a la sociedad frente al delito, resulta necesario que quienes de manera más conexa nos vinculamos en la tarea comencemos a generar al menos algunos objetivos y exigencias a nivel de estándares de calidad comunes, especialmente en el caso de delitos complejos, donde los resultados ciertamente no se muestran de inmediato.
Fiscal Regional de Los Lagos.