Es un paso importante en la búsqueda de una respuesta eficaz ante las falencias que son evidentes en el actual sistema.
El proyecto de ley que propone dividir el Sename en dos instituciones es un paso importante para remediar las falencias del actual sistema, pero su discusión se ha dilatado en el Congreso.
En el curso del segundo semestre de 2012, el Ejecutivo firmó el proyecto de ley que propone la división del actual Servicio Nacional de Menores, hoy a cargo del Ministerio de Justicia. El proyecto contempla, en lo medular, la creación de dos nuevas instituciones: el Servicio Nacional de Protección de la Infancia y la Adolescencia, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social; y el Servicio Nacional de Responsabilidad Penal Adolescente, dependiente del Ministerio de Justicia.
El primero busca proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados, contribuyendo a la restitución de esos derechos, reparando el daño causado y buscando la integración familiar y comunitaria, además de hacerse cargo de las adopciones. El segundo, se especializará en adolescentes infractores de la ley, apuntando a una intervención socioeducativa de calidad, orientada a la reinserción social.
Con este proyecto de ley, se está dando un paso importante en la búsqueda de una respuesta eficaz ante las falencias que son evidentes en el actual sistema. Así, al separar funciones, se posibilitará una mayor focalización en la asignación de recursos humanos y financieros, lo que puede incidir en el mejoramiento de la gestión.
Sin embargo, la discusión de este proyecto se ha visto dilatada en la Comisión de Constitución y Justicia del Congreso porque -habiendo consenso allí acerca de la división del Sename- se ha estimado que se requieren otras leyes, entre ellas, una de protección integral de niños y adolescentes que remplace a la Ley de Menores actualmente vigente. Asimismo, se ha propuesto una Defensoría de la Infancia y una enmienda a la Constitución que especifique la centralidad de la defensa de derechos de niños y adolescentes.
Este debate para perfeccionar las distintas normativas no debiera dilatar la tramitación del proyecto de ley que crea los dos nuevos servicios, ya que ello sólo demorará las medidas para proteger a menores que ya han visto gravemente violentados sus derechos. A veces, lo perfecto es enemigo de lo bueno, y en este caso la urgencia es dar curso a esta reforma, lo cual no impide continuar mejorando la legislación.
El proyecto de ley que propone dividir el Sename en dos instituciones distintas es un paso importante para remediar las falencias del actual sistema, pero su discusión obviamente se ha dilatado en el Congreso.