Estrenada recientemente en Estados Unidos y Sudáfrica, en este último lugar con un público muy emocionado que repletó las salas de cine, en Chile la cinta "Mandela: Long Walk to Freedom" debutará en enero.
La esperada biopic sobre el líder sudafricano que estuvo preso 27 años, tuvo que esperar casi igual cantidad de años para ser realidad.
Basada en la autobiografía de más de 600 páginas del activista anti apartheid, la película dirigida por el inglés Justin Chadwick condensa en 150 minutos las diversas peripecias de una vida dura, signada por la violencia y la esperanza.
"Hemos intentado entender los personajes humanos, no los iconos que todo el mundo conoce y hacer una película sobre la familia, el amor y el perdón", explicó el director británico.
ALTO PRESUPUESTO
Con sus 35 millones de dólares, la película ha sido la más cara rodada en Sudáfrica y tomó casi quince años en hacerse. Lo que adelantan los trailers promocionales deja ver grandes panorámicas y numerosos extras aderezados con frases del tipo "le quitaron todo, excepto la esperanza" y "la libertad es un ideal por el cual estoy preparado a morir".
Grandes nombres de actores se barajaron para encarnar a Mandela: Morgan Freeman, Denzel Washington y Will Smith, entre algunos. Finalmente, la cinta fue estelarizada por dos actores británicos que trabajaron duro para lograr perfilar al combativo matrimonio: Idris Elba como Nelson Mandela y Naomie Harris como su esposa Winnie.
Según ha comentado el director, siempre tuvo presente prescindir del tono complaciente y de vida de santo que la inmensa figura de Mandela sin duda proyecta. Para ello centró la atención en la vida de un hombre que rescató a su pueblo de la opresión pero no fue capaz de evitar que su vida familiar naufragara.
Particularmente la película se sumerge en la vida conyugal del líder, especialmente en su matrimonio con Winnie y la escasa y difícil relación que tuvo con sus numerosos hijos e hijas, aún antes de perder la libertad en 1962. Su hija Zindzi Mandela ha dicho bromeando que al menos cuando estaba en prisión tenían la garantía de dos visitas cada mes.
SIETE DÉCADAS
Ese es el periodo de vida que abarca la película, que toma como punto de partida la infancia del líder en una pequeña aldea, luego muestra su vida como abogado en Johannesburg y su lenta inmersión en la lucha contra el apartheid desde que atestigua la matanza que hubo en Shaperville.
A partir de este hecho, Mandela vivió un proceso de radicalización y abogó por la violencia en contra de los deseos de los ancianos que controlaban el Congreso Nacional Africano. Buscado como el hombre más peligroso del país, en 1962 lo encarcelan de por vida, pasando 18 años de los 27 que estuvo privado de libertad en una celda de la prisión de Robbe Island, un reducido espacio de dos metros cuadrados, con piso de concreto y un balde en una esquina.
Sobre esto, el actor Idris Elba quiso pasar toda una noche en una celda de ese lugar que hoy es un museo; según confidenció Elba, fue una larga noche en la que sintió extraños ruidos, pero le sirvió para sentir algo de lo que Mandela vivió. Elba, quien es hijo de madre ugandesa y padre de Sierra Leona, los dos refugiados de guerra que se asentaron en Londres, reconoce que construyó su Mandela también a partir del recuerdo de su padre.
Muchos han señalado el escaso parecido físico entre el actor y Mandela, haciendo hincapié en lo artificial que se ve, especialmente en los años de vejez de Madiba, nombre con que lo llaman en Sudáfrica.
Al respecto el actor ha dicho que nunca buscó hacer una imitación de Mandela sino que interpretarlo, enfatizando por ejemplo la entonación de su voz, el movimiento de su cuerpo y los cambios de postura desde el joven abogado al hombre septuagenario y esmirriado que salió de prisión para coronarse en 1994 como el primer Presidente de color de Sudáfrica.
Hoy Mandela tiene de 95 años y está postrado por una grave afección pulmonar en la cama de un hospital en Johannesburgo. Según sus cercanos, quiere morir en la pequeña aldea donde pasó su niñez.