Candidato a diputado dice que invertirá su sueldo para crear una casa ciudadana
distrito 55. Mario González, carta del Partido Progresista (PRO), asegura que encarna una "nueva forma de hacer política" y reniega de los parlamentarios que se reeligen por más de dos veces.
"Soy Mario González Esparza. Un ex funcionario del Obispado de Osorno, con una larga y amplia trayectoria en lo social. Hoy soy candidato a diputado por el Partido Progresista (PRO) y quiero representarlos porque es necesario una nueva forma de hacer política".
Esa es la presentación que realiza el candidato a diputado por el distrito 55 -para las comunas de Osorno, San Pablo y San Juan de la Costa- cada vez que golpea la puerta de las más de 500 casas que recorre cada día para buscar votos de cara a las próximas elecciones del 17 de noviembre.
De esta forma y privilegiando el contacto directo con los electores, una de las cartas del PRO promete que utilizará su dieta parlamentaria para la creación de una casa ciudadana al servicio de la comunidad.
"No me llevaré los $6 millones mensuales para la casa, sino que los utilizaré para formar una casa ciudadana, donde un grupo de profesionales prestarán asesorías multisectoriales a todas las personas que lo requieran. Una especie de casa cultural y social", comenta González.
Sostiene que está en la política porque es la única forma de concretar la ayuda a los más desposeídos y "espero ser la voz de los sin voz".
Dice que las principales necesidades de las comunas de Osorno, San Pablo y San Juan de la Costa apuntan a los bajos ingreso familiares. Además, explica que se requieren mayores incentivos para atraer nuevas inversiones que potencien el desarrollo real de la zona.
-¿Cuáles son las medidas concretas con las que se compromete si sale electo diputado?
-Un cambio a la Constitución. No podemos seguir con la actual, porque es antidemocrática y fue elaborada por siete personas bajo un régimen excepcional en dictadura. Tenemos que construir una nueva democracia entre todos. Además, hay que recuperar las sanitarias.
-¿Cuánto tiempo cree que requiere cambiar la Constitución, debido a que es una medida de largo aliento?.
-No tengo una bolita de cristal ni soy pitoniso, pero tenemos que poner rápidamente manos a la obra. Las universidades tienen que ser los lugares para hacer encuentros y preguntarle a las personas qué Constitución queremos. Y si bien ninguna va a dejar felices a todos, tenemos que llegar a acuerdos básicos que permitan proyectar un país en desarrollo, con crecimiento económico, pero con justicia social.
recuperar la salud
recuperar la salud
-Dentro de su plan de trabajo señala que se necesita un banco nacional de medicamentos para enfermedades catastróficas, sin importar la situación económica del paciente. ¿Cómo espera concretar esa propuesta?
-La salud es un derecho fundamental y tenemos que reconquistarla. Como dato, puedo decir que el 80% de los osorninos se atiende en la salud pública, además no hay ninguna familia que pueda soportar una enfermedad catastrófica o extraña cuando tiene que gastar más de un millón de pesos mensuales, por lo tanto el Estado tiene que ayudar a esas familias.
-A raíz de su cercanía con la Iglesia Católica, ¿qué opina del matrimonio igualitario?
-Estoy absolutamente de acuerdo con el matrimonio igualitario, porque tengo amigos y he compartido toda la vida con homosexuales en la iglesia y en otras instituciones. Me crié en un liceo en Coronel donde tenía condiscípulos que eran homosexuales y tengo amigas lesbianas; no son ningunos pervertidos, no hay ninguno que haya violado a niños. Son seres humanos y creo en una sociedad en igualdad de derechos.
-Dentro de su historia política destaca su liderazgo en la formación del Partido Por la Democracia en Osorno ¿Qué pasó con esa militancia. Por qué ahora va como candidato a diputado por el PRO?
-Soy un luchador histórico de los Derechos Humanos. Cuando comencé a trabajar como coordinador del Obispado de Osorno luchamos y recuperamos la democracia a través de diferentes instrumentos, uno de esos era el plan Belén (programa nacional de educación cívica, impulsado por la Conferencia Episcopal de Chile). En esa oportunidad, para retornar la democracia teníamos que tener representación política y decidimos crear un partido instrumental que era el PPD, donde cabían todas las personas que estuvieran en contra de la dictadura. Pero el compromiso era que el partido instrumental se disolvería cuando se consiguiera la democracia. Pero como eso no ocurrió, yo renuncié al PPD, porque no se le puede mentir a la gente. Cada firma que recolecté era sólo para recuperar la democracia.
Política y reelección
-¿Qué opina ahora del PPD y la Concertación de la que fue parte?
-Lo que opino de toda la Concertación: que le robó la alegría a todos los chilenos y le sigue robando las esperanzas.
-¿Qué se tiene que hacer para mejorar esa falencia?
-Refundar la política, refundar la sociedad entera en base a lo que la política debe ser de esencia. Una forma de recuperarla es que ningún diputado ni senador pueda reelegirse durante más de dos periodos. Lo demás es sinvergüenzura y es ser caradura.
-¿Con eso alude a los actuales diputados y sus contendores: Sergio Ojeda (DC) y Javier Hernández (UDI)?
-Como todos lo que llevan 24 ó 16 años, que no les dan paso a sus propios militantes. En la Democracia Cristiana hay excelsos militantes, jóvenes bien preparados y con vocación, pero el diputado actual no le ha dado la pasada; al contrario, les han dado cuadrillazos para evitar que surjan y ahí estamos empantanados. Tenemos gente en el Congreso que en 16 años no posee algún proyecto que haya nacido de su autoría. Son como los alumnos que asisten a todas las clases, pero que son porros.
"No me llevaré los $6 millones mensuales para la casa, sino que los utilizaré para formar una casa ciudadana".