Después de 147 años de funcionamiento, los administradores del Cementerio Alemán de Osorno iniciaron un proceso para ubicar a los familiares y descendientes de 29 personas fallecidas cuyas tumbas se hallan en abandono, entre ellas la de Luise Wiehe, quien fue enterrado en 1894 y cuya sepultura no registra pago de contribuciones.
Lo anterior responde a un acuerdo de la administración del camposanto ubicado en calle Los Carrera, en pleno centro de la ciudad, para actualizar la información de un total de 1.060 sepulturas instaladas en los 12 mil metros cuadrados de superficie que tiene el terreno. Con ello, se busca optimizar el aprovechamiento del espacio que colinda con los terrenos de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) y el Juzgado Oral.
Según el catastro efectuado al interior del cementerio, son 29 los parientes que se deben ubicar y están relacionados a las tumbas de Luise Wiehe de 1894, Heinrich Wiehe en 1917, Karl Weihe en 1941, Sabina de Hundt 1931, Friedrich Matthei Jaeger, de 1923, y Juan Freude, el más reciente enterrado en 1990, entre otros.
María Teresa Trippmann, administradora del recinto, puntualizó que ya se publicó en la prensa el listado de las 29 sepulturas cuya propiedad se necesita regularizar y para lo que se requerirá cancelar los derechos correspondientes.
Un trabajo que no será fácil, pues se trata de sepulturas de mucha antigüedad, aún así si el contacto no se produce de aquí a fin de año, las tumbas abandonadas quedarán disponibles para ser utilizadas para otros entierros.
"Estamos a la espera de que los interesados regularicen la propiedad de las tumbas consideradas abandonadas, para eso vamos a entregar un plazo prudente", manifestó María Teresa Trippmann.
Agregó que este proceso se rige por las facultades que les otorga la ley y Código Sanitario para la reutilización de tumbas ocupadas con cuerpos que no son reclamados.
Así, precisó, los descendientes interesados en regularizar las sepulturas que se encuentran abandonadas deben presentarse en la oficina del Cementerio Alemán, que funciona justo al costado de la Iglesia Luterana en calle Manuel Antonio Matta 539.