Unas Fiestas Patrias a pura alegría se viven en la población Schilling en el sector norte de Rahue, luego que el popular equipo de Sol de América, en su serie Juvenil, se consagrara ayer como campeón de los barrios al vencer en una emotiva final a Los Héroes, de Ovejería, por 2 a 1, en el Estadio Alberto Allaire.

El título del cuadro vencedor fue más que merecido, ya que terminaron de manera invicta el certamen, con cinco victorias y sólo un empate.

Sin embargo, para levantar la copa tuvieron que sufrir mucho, en especial en el primer tiempo, donde el elenco de la Liga Ferroviaria tuvo prácticamente el pleito en sus manos.

Los Héroes abrió el marcador a los 30 minutos de juego, a través de Cristian Casas, quien en plena área grande conectó un centro desde la izquierda. Luego, el equipo vicecampeón tuvo dos claras oportunidades para sellar el encuentro. Sin embargo, no tuvieron la pericia para concretar.

"El partido lo tuvimos. Esas dos oportunidades nos pesaron después. Pero bueno, hicimos un gran trabajo y felicito a los muchachos por la campaña que se concretó", comentó Ignacio Hohmann, entrenador de Los Héroes.

Remontada

Con el 1 a 0 en contra, en el segundo tiempo Sol de América salió con todo en busca de la igualdad.

Con el grueso de la gente a su favor, los de la Schilling buscaron por todos lados, pero recién en el minuto 20 del complemento lograron el anhelado empate a través de Gaspar Quinteros.

A partir de allí, el encuentro tomó otro rumbo. Sol de América se adueñó del mediocampo y empezó por las bandas a buscar el arco contrario.

Por su parte, Los Héroes perdió el rumbo futbolístico. No tenía el balón y los jugadores se fueron atrás.

"No tuvimos la claridad en el segundo tiempo. No generamos fútbol y no aprovechamos las oportunidades que nos creamos y ellos sí", dijo Camilo Catín, uno de los volantes con llegada de Los Héroes y el mejor en su puesto en el campeonato.

La resistencia del cuadro de Ovejería no podía ser liquidada por Sol de América, que tuvo, a los menos, unas tres oportunidades clarísimas antes del gol definitivo, que llegó a tres minutos de final.

Aquí, Matías Miranda, que juega de contención, aprovechó un pase desde la derecha, para de volea, en el área chica, derrotar con un derechazo la portería rival.

abrazos

Era el 2 a 1 definitivo y la copa de campeón para Sol de América, que por años buscaba un título de esta envergadura.

"Estoy muy emocionado. Llevo tres años como entrenador y estos chicos vienen jugando desde las inferiores. Fuimos los justos campeones", señaló Gerardo Quinteros, cuyo hijo Gaspar fue el que anotó el empate parcial.

En tanto el mejor jugador de Sol de América, Matías Miranda, de 17 años y que estudia en el Liceo Politécnico, desató toda su alegría.

"Esto hay que festejarlo. Es la primera vez que salgo campeón. Estoy feliz", dijo el jugador que junto a sus compañeros levantaron la copa en compañía de su fiel barra.