Apropósito de ética nos encontramos con posiciones bastante distintas para determinar la forma más correcta para evaluar los comportamientos humanos; es decir, desde qué fundamentos o razones juzgamos los actos morales. Así, por ejemplo, en filosofía se dijo en algún momento que los juicios morales se basaban en los sentimientos con respecto a las consecuencias agradables o desagradables; otros precisarán que las acciones deben ser juzgadas de acuerdo a sus consecuencias; o bien que sus fundamentos se encuentran en la capacidad de elección y de responsabilidad de los individuos.
Pero existe otra posición, sostenida a partir de Kant, que afirma que la moral no puede tener un propósito fuera de sí, de manera que una persona buena (de lo que estamos hablando efectivamente) actúa de acuerdo con el imperativo categórico que es, precisamente, aquello que expresará los valores en que sustenta su existencia. Esto parece estar más cerca de lo que podríamos llamar una "moral cristiana"; con el agravante de caer en serías dificultades si no practicamos lo que ha sido normado y fundamentado para llegar a ser "la luz" del mundo. No existe institución que se crea respetable que no tenga su código de ética; ni país que no hable de ella cuando las cosas se ponen mal; aunque muchos - entre los que estamos nosotros - prefieren judicializar todo y con las penas más graves, sacando al exterior lo que son causas profundas de una sociedad que se ha transformado en un caldo de cultivo, para lo mismo que desea curar.
Desde la perspectiva cristiana, abundan los pensamientos o citas específicas para que entendamos que al ser humano hay que cambiarlo desde su naturaleza física, intelectual moral y espiritual. Y ser iluminado por una verdad transformada en imperativo categórico. Todo lo demás vendrá por añadidura. Y no me refiero a los terribles mandamientos; hablo, por ejemplo, de la potencia inequívoca de aquella frase "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia". ¿No sería nuestra sociedad distinta si actuáramos los cristianos con tamañas ansias? Y no menciono otra que a fuerza de ser repetida no la practicamos, siendo suficiente para arreglar las cuentas pendientes: "ama a tu prójimo como a ti mismo".
Pero en este tema existe algo fundamental: hablar de ética es hablar de la vida en todo lo que tiene de belleza y bondad. No se trata de condenaciones ni de juzgamientos: se trata de encontrar vías mejores para la sociedad que habitamos.