El choque de dos de los técnicos más influyentes del mundo, representantes de dos escuelas dialécticas en el concierto futbolero, ayer volvieron a enfrentarse. El Bayern Munchën de Joseph Guardiola venció por penales al Chelsea de José Mourinho, en una final de la Supercopa de Europa que se abrió en el último minuto del alargue y por penales.
Los alemanes se impusieron a los ingleses por 5 a 4 a los ingleses, tras empatar a dos goles en tiempo suplementario.
Todos los jugadores anotaron sus lanzamientos de penal hasta que el arquero Manuel Neuer atajó el tiro cobrado por Romelu Lukaku.
Con 10 hombres, el Chelsea parecía a punto de llevarse el triunfo luego de que Eden Hazard puso el marcador 2-1 al inicio del primer tiempo extra, pero el español Javi Martínez igualó el marcador para los germanos cuando agonizaba el segundo tiempo extra.
El München había llegado a este partido en Praga tras haberse adjudicado la Champions League. El Chelsea lo hizo por ganar la Europa League en la pasada temporada.
El español Fernando Torres le dio a los londinenses la ventaja inicial con un hermoso tanto de volea, pero el recién elegido como mejor jugador de Europa, Franck Ribery, igualó en los primeros minutos de la segunda mitad con un cañonazo que sorprendió por sorpresa a Petr Cech, de una gran actuación.
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Bayern ganó su primera Supercopa en su cuarto intento, y es el primer trofeo para Guardiola en la escuadra alemana.
"Gracias a los jugadores por ofrecerme esta final, que está dedicada a Jupp Heynckes. Está dedicada a él. Fue una experiencia increíble", dijo Pep aludiendo al técnico que logró la Champions con los rojos.
El Chelsea se quedó con un hombre menos cuando Ramires fue expulsado a los 85 minutos al recibir su segunda tarjeta amarilla tras una entrada fuerte sobre Mario Goetze.
A pesar de la dura infracción, la doble amarilla molestó a Mourinho, quien trataba de obtener una explicación del árbitro Jonas Eriksson durante el descanso antes del tiempo extra. Tras el partido, el portugués culpó al réferi del resultado.
"Los que sentimos, los que vivimos en el fútbol, tenemos una regla muy importante: la pasión. Si estás enamorado, no matas una final con una segunda tarjeta", dijo al final.
"Mou" se quejó que a sus equipos suelen dejarlos con jugadores menos en estas instancias e ironizó con la posibilidad de entrenar a sus escuadras con diez jugadores.
"Estoy muy decepcionado. En mi opinión, el mejor equipo perdió", agregó.
Mourinho nunca ha ganado la Supercopa, mientras que para su archirrival Guardiola es su tercer trofeo, tras obtenerlo con el Barcelona el 2009 .
El equipo de "Pep" fue el que más atacó, aunque los de "Mou" optaron por esperar. El Bayern tuvo más posesión del balón a lo largo del encuentro, mientras que el Chelsea recurrió a lo que Guardiola describió el jueves como el arma más poderosa de Mourinho: el contraataque. Esta vez ganó el español.
Ribéry: "Para Guardiola no es fácil"
El delantero Franck Ribéry, que acaba de ser nombrado mejor jugador de la UEFA, se mostró muy contento por el nuevo trofeo, sobre todo por su técnico. "Estoy muy contento por el entrenador, por su rivalidad con "Mou". Pero tuvimos al final el resultado a nuestro favor", dijo el francés. Ribéry considera que esta victoria será importante para Pep: "Creo que es importante para él. El año pasado lo ganamos todo, y no es fácil para él seguir estos pasos (...) Todos sentimos la presión, pero él más. Es un técnico excelente y estamos encantados".