Luz de los pueblos originarios
"Acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades"
"Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda criatura". Así se inicia la Constitución Dogmática "Lumen gentium", documento fundamental del Concilio Vaticano II. Este "deseo ardiente" de los Padres Conciliares es recogido treinta años después por el Papa Juan Pablo II, quien convoca a la Iglesia universal para lo que denomina una "Nueva Evangelización", buscando actualizar sus métodos a seguir, en los medios, herramientas y técnicas contemporáneos. S.S. Benedicto XVI asume en profundidad el tema y es reiterativo en torno a él en sus documentos y alocuciones, para culminar con la convocatoria al Año de la Fe, buscando que la Iglesia redescubra, en la luz de Cristo, su camino evangelizador.
En el Nº 401 del Documento de Puebla podemos leer: "Las culturas no son terreno vacío, carente de auténticos valores. La Evangelización no es un proceso de destrucción, sino de consolidación y fortalecimiento de dichos valores; una contribución al crecimiento de los <<gérmenes del verbo>> presentes en las culturas". El Documento de Aparecida, retoma el tema en su Nº 4, diciendo que estas semillas del verbo colaboraron con la entrega del Evangelio a estas naciones, pese a que "llegó a nuestras tierras en medio de un dramático y desigual encuentro de pueblos y culturas".
Lamentablemente por ello, en ocasiones aparecen imposiciones autoritarias por parte de los conquistadores, las que hoy afloran en las demandas de reconocimiento de los descendientes de aquellos pueblos. En esta realidad, el mismo documento, en su Nº 530 dice: "Como discípulos y misioneros al servicio de la vida, acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos... A partir de los principios del Evangelio apoyamos la denuncia de actitudes contrarias a la vida plena de nuestros pueblos originarios". Es en este contexto que llamamos, tanto a estos pueblos, como a los gobiernos respectivos, a renunciar a la violencia para poder abrir un diálogo mutuamente respetuoso que pueda llevar a soluciones realistas, pero comprensivas de esta realidad social". Que así sea.