Ex ministro Foxley advierte posible racionamiento eléctrico en 2016
Análisis. Actual presidente de CIEPLAN planteó que hoy las instituciones en Chile tienen un grave déficit para alcanzar acuerdos y mirar más a largo plazo.
Un crudo y profundo análisis de los riesgos que debe enfrentar Chile para dar el salto hacia una economía desarrollada realizó el exministro y actual presidente de la Corporación de Estudios para Latinoamérica (CIEPLAN), Alejandro Foxley, quien visitó la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) para ofrecer la ponencia "Escapará Chile a la trampa de los países medios" dentro del ciclo de conferencias "Pensando Chile", que organiza dicha Casa de Estudios en conjunto con el Centro de Extensión del Senado.
El economista comenzó su análisis destacando la situación paradójica que vive Chile, ya que mientras en el contexto internacional es visto con gran admiración por los avances conseguidos en los últimos 23 años, dentro del país no ocurre lo mismo. "Si uno mira las cifras objetivas, hemos logrado crecer económicamente al 5%, se redujo la pobreza en dos tercios y el consumo per cápita ha aumentado en un 300%, pero eso no calza con la visión que tiene la gente", explicó el excanciller.
Recalcó que en el extranjero Chile es percibido como un país de ingreso medio avanzado, no obstante, existe un fuerte riesgo de que "nos quedemos marcando el paso. Hay estudios del Banco Mundial que muestran que desde la década del 70 hasta hoy de cada 10 países de ingreso medio sólo dos han pasado a convertirse en una economía avanzada y ninguno es de América Latina".
Para que Chile no corra ese peligro, el doctor en Economía de la Universidad de Wisconsin dijo que se deben sortear tres factores que impiden a las naciones alcanzar el desarrollo. "El primero, la pérdida de cohesión social donde hay una clase media que tiene expectativas muy altas de lo que puede lograr. Más del 70% de los estudiantes que ingresan a la universidad en Chile son la primera generación con educación superior de sus familias, entonces tienen un gran desafío a la hora de ingresar al mercado laboral", comentó Foxley.
Clase media vulnerable
Clase media vulnerable
Agregó que la seguridad económica para la clase media es clave, porque "hoy una de cada tres familias tiene riesgo de caer en la pobreza, es decir, las personas sienten la movilidad social pero viven en la vulnerabilidad y este es un factor que afecta tanto a economías de América Latina como también a países como Turquía, Portugal y España".
De ahí que insistió en que el Estado tiene que ocupar un rol más protagónico para no caer en la trampa del ingreso medio. "En Chile, el 80% de los recursos para estudiar proviene de las familias y sólo el 20% del Estado. En los países de la OCDE, las familias sólo otorgan el 30%, por lo que el Estado chileno debe tener recursos para redistribuirlos, así como también mejorar su capacidad regulatoria en sectores como la salud privada y el financiero", subrayó el fundador de CIEPLAN.
El segundo factor que Chile debe afrontar es aumentar la competitividad y la productividad de la economía, integrándose al mundo. "Hay pensar que vamos a competir con países de ingresos medios de América Latina y con Asia del Este, por lo que tenemos que aprender a absorber más rápido el conocimiento de frontera y a pensar el futuro como lo han hecho países como Brasil y Singapur", remarcó Foxley.
RACIONAMIENTO
Explicó que el tercer factor que Chile debe enfrentar es el déficit en las instituciones. "Si las cosas siguen como están, el año 2016 vamos a ser notificados de racionamiento eléctrico en el hogar. Hay estudios que demuestran que si no desarrollamos los proyectos de energía que necesitamos vamos a terminar en eso", advirtió el exministro.
En su opinión, el país tiene una carencia para constituir mayorías y mirar a más largo plazo. "Hay que tener la capacidad de sentarnos en un diálogo como se hace en Brasil, donde el programa energético se discute largamente con las comunidades para llegar a un camino de mayor equilibrio. La tendencia natural en estos casos es oponerse, pero la comunidad también tiene que ser compensada, de lo contrario a futuro vamos a tener ciudades con plantas de diésel que contaminan 10 veces más y son más caras", afirmó.
En la misma línea, recalcó que el tiempo apremia, porque "estamos en un momento en el cual los procesos se aceleran y la mejor demostración de eso es que la gente está inquieta. Creo que los próximos cuatro o cinco años son fundamentales para atacar rápido y a fondo el tema de reducción de desigualdades, de un mayor aporte del Estado, para asegurar educación de calidad que la gente pueda pagar y para resolver el problema de energía que es uno de los más graves que tenemos y donde no podemos postergar más la aprobación de los proyectos que están encima de la mesa".
Consultado respecto a por qué continúa entrampado el tema energético en el país, Foxley fue enfático: "Eso hay que preguntárselo al Ejecutivo y al Consejo de Ministros que tiene que reunirse para aprobar los proyectos importantes en energía y que llevan meses sin reunirse y no entiendo por qué. También es cierto que el Congreso del cual fui parte tiene que tener el sentido de urgencia y entender que estas materias no se pueden postergar".
ROL DE LOS TRES PODERES
Respecto a la tendencia en el último tiempo de judicializar proyectos de energía, el economista comentó que "en esto nadie puede rehuir su responsabilidad. El tema de energía hace que la gente pueda vivir una vida cotidiana normal, por tanto esta es una tarea que nos concierne a todos y aquí creo que el Poder Ejecutivo tiene que tomar decisiones más rápido, el Poder Legislativo tiene que aprobar las leyes más rápido y el Poder Judicial tiene que entender que esto es una tarea de urgencia nacional y que tiene que buscar la forma en que estos proyectos una vez que lleguen a su consideración los fallos sean más rápidos, tomando en cuenta que hay un bien común a preservar que es que el ciudadano pueda tener acceso a electricidad, a calefacción y a todo lo que necesita para vivir normalmente. Los tres poderes del Estado tiene que acelerar y flexibilizar sus posiciones para resolver el tema oportunamente".
En relación a si es la compensación una solución válida para los problemas energéticos de zonas saturadas como Puchuncaví, el exministro planteó que "la preocupación que tiene las comunidades locales por los proyectos de energía que se instalan en su cercanía es legítima y está avalada por el hecho de que en algunos casos el tema se ha resuelto mal y uno de ellos es Ventanas, donde hay instaladas por muchos años unas plantas que han contaminado en forma severa, no sólo la agricultura de la región, sino también la vida de los niños, de la gente. Esas situaciones hacen que las personas estén preocupadas de resolver esto de otra manera y yo no puedo estar más de acuerdo en eso, o sea esas situaciones no se pueden repetir, los estándares para aprobar un proyecto deben ser y tienen que ser muy altos, muy exigentes, la comunidad tiene que ser informada y tiene que participar, pero también tiene que haber una compensación si hubiera cualquier tipo de daño a los que viven en esa comunidad", concluyó.
Instituciones de calidad y diversas
El exministro afirmó que en Chile tenemos una calidad desigual de las instituciones. "Algunas funcionan muy bien, pero hay otras que han demostrado recientemente que tienen déficit, que no saben hacer bien las cosas y que cometen errores serios. ¿De quién es la responsabilidad de eso? Tendrá que examinarse, evaluarse y eventualmente juzgarse, pero el tema del Índice de Pobreza, del Censo, a la gente la tiene muy perpleja". Por otra parte, calificó como "una buena señal" el hecho de que hoy existan nueve candidatos presidenciales, sin embargo, dijo que sería importante que esa mayor diversidad se traduzca también a nivel de parlamentarios, alcaldes y cores. "Está demostrado en otros países que la diversidad abre un espacio positivo, más constructivo, porque el país se hace más imaginativo, pero lo que tiene que acompañar a eso es una capacidad de que esa gente diversas se ponga de acuerdo en algunos temas, porque si no simplemente lo que hay es parálisis y al final una situación política conflictiva y que puede ser hasta caótica. O sea, la necesidad de la política de los acuerdos no desaparece nunca".