Chile se encuentra a 208 años de la Primera Junta de Gobierno, primer paso para la conformación de la vida independiente y a 200 de la decisiva batalla de Maipú, que consolidó el triunfo sobre las fuerzas realistas en el territorio nacional.
Y en dos siglos de historia hemos tenido un devenir con aciertos y tragedias, pero del cual debemos tener consciencia para aprender. Fuimos la colonia hispana más pobre de América, somos un espacio permanentemente golpeado por desastres naturales, por quiebres democráticos, pero al mismo tiempo, la suma de diversos climas a lo largo de 4 mil kilómetros.
Somos una tierra frágil, pero muy generosa en seres humanos, con pueblos originarios vivos, que debemos cuidar, y con inmigrantes de todo el planeta que han elegido el país para hacer su vida. En la suma de los actuales 17 millones de personas y los que ya no están se ha conseguido lo que somos.
Con Neruda, la Mistral, Violeta Parra, mostramos parte de una rica historia de arte; con Pedro Aguirre Cerda, Balmaceda, parte de una variopinta escena política y lo mismo se repite en deporte, ciencias, trabajo social, entre otros. Somos un país pequeño, pero que tiene una identidad bien marcada.
Chile cambia mientras crece y logra atisbos de desarrollo. Indudablemente vivimos en un país más complejo y demandante, fenómeno que apreciamos todos los días en discusiones de distinto plano. Pensiones justas para los jubilados, fin a la corrupción, respeto y resguardo de los pueblos originarios, con los inmigrantes, calidad de vida, meritocracia, son algunas de las demandas.
Se trata de anhelos, justos por cierto, de la sociedad, pero no debe perderse de vista que revistiendo una importancia notable, muchas veces quedan en el limbo de las declaraciones de buenas intenciones, especialmente cuando se trata de exigencias que implican recursos económicos.
En días de Fiestas Patrias la Nación logra unirse en torno a la relevancia que implica la conmemoración de la Independencia; ojalá que en estos días busquemos algunos consensos básicos y entendamos que con diálogo podemos llegar más lejos.